dsc_2696-jpg_123991466En los archivos históricos, la Virgen Moreneta o de Montserrate aparece como la verdadera patrona de todos los pinilleros. En su honor se erigió esta iglesia y, durante muchos años, fue objeto de adoración y culto por parte de sus feligreses. Pero tras su desaparición con la Guerra Civil, y según el testimonio de algunos vecinos, la advocación por la Virgen de la Luz nace al coincidir las fiestas del pueblo con la onomástica de la nueva patrona (8 de septiembre). Además, y según cuenta la oratoria popular, la imagen de esta virgen fue una de las pocas tallas que logró escapar milagrosamente de las llamas, al ser custodiada durante todo este tiempo en casa de unos vecinos.

La cronología histórica sitúa la construcción de este templo religioso a finales del siglo XIX, en sustitución de la Ermita instalada en el antiguo barrio de El Fortín. Consta de nave central, crucero y presbiterio. Presidiendo el altar Mayor, se encuentra la Virgen de la Luz, talla original del escultor e imaginero murciano, Sánchez Lozano. La patrona luce acompañada por las imágenes de San Antonio de Padua y San Ramón Nonato.

Para los vecinos de La Pinilla, este espacio religioso se encuentra ubicado en un lugar privilegiado pues dicen que, bajo ella, y en tiempos de antaño, fue encontrado “un enorme tesoro”: un nacimiento de agua potable.

En el año 1956, comenzó a edificarse la torre de la Iglesia cuya construcción tardaría 5 meses y 15 días. Los vecinos decidieron recaudar el dinero necesario pidiendo donativos e interpretando obras de teatro. Los que no tenían dinero que aportar, realizaban sus ofrendas a la Virgen y ponían a disposición de la Iglesia todo aquello que tenían y que podía ser de utilidad como carros, mulas y hasta su propia mano de obra.

En enero de 2010, la Iglesia de Ntra. Sra. de Montserrat fue nuevamente restaurada prestando especial atención a la techumbre, copia exacta de su estructura original realizada con vigas y colañas de madera